Cuando llegó a Rennes en el verano de 2021 procedente del Dinamo Zagreb por 12 millones de euros más bonificaciones, Lovro Majer no tarda mucho en poner en el bolsillo a los seguidores del Rennes e incluso a la mayoría de los observadores de la Ligue 1.
Su conocimiento del juego, su sentido del gol (6 goles), la calidad de su último pase (9 asistencias en 36 partidos en todas las competiciones) le convirtieron en uno de los centrocampistas creativos más atractivos de la Ligue 1.
Pero el que es considerado el nuevo Modric en Croacia vivió un complicado mercado de verano de 2022. Rastreado insistentemente por el Atlético de Madrid, Majer pensó que descubriría LaLiga para continuar su aprendizaje al más alto nivel.
Bloqueado por el club bretón, el internacional croata se ha mordido las uñas y se había marcado el objetivo del Mundial de Qatar. Medallista de bronce en la competición con su país, el que finalmente prorrogó su contrato de arrendamiento en Bretaña el pasado mes de octubre es solo una sombra de sí mismo.
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