Dirigido a la media hora, el Olympique de Marsella no dudó en doblegar al Angers (3-1) este domingo, al término de la jornada 35 de la Ligue 1. Un lógico acierto que casi asegura el puesto del club marsellés en el podio
Una táctica ultraofensiva y una voluntad desplegada desde la primera acción para prender fuego, los marselleses no querían perder el tiempo. Payet, en un cabezazo que tocó el poste, luego en un remate desviado por Bernardoni, no estuvo lejos de encender el Vélodrome. Un Velódromo de fiesta pero que vio a sus favoritos cada vez menos puntiagudos ofensivamente y adormecidos.
Hasta el penalti. En una acción perfectamente construida, Sima trompeó solo a portería para abrir el marcador con un tiro bajo la barra (0-1, 29).
De vuelta al muro tras este gol tan bonito como sorprendente, los marselleses no entraron realmente en pánico. Discreto hasta el momento, Clauss depositó un auténtico caviar para Sánchez, que aprovechó el desajuste de Blazic para igualar con una recuperación a corta distancia frente a Bernardoni (1-1, 34º). Un empate exprés que no varió mucho de cara al partido con un OM juguetón pero desordenado y un SCO bien asentado que intentó aprovechar los huecos en el bloque contrario para explotar a la contra.
De vuelta del vestuario, el Marsella se puso por fin en ventaja gracias a Payet, al recibir un centro raso de Sánchez para ajustar Bernardoni bajo el larguero (2-1, 48º). Gol salvador del OM, por tanto mucho más sereno ante unos visitantes cansados por el esfuerzo por recuperar el balón. Un partido que dio un giro acertado para el Marsella con el penalti encajado por Sima por una mano y transformado sin temblar por Veretout (3-1, 77º). Salvo una oportunidad de Vitinha, no pasó nada más en un final de partido controlado por los marselleses.
Podio casi garantizado para OM…
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