El verano promete ser particularmente caluroso para el Paris Saint-Germain. Tras una temporada muy delicada dentro y fuera del campo, la dirección del club parisino desea volver a empezar con más serenidad. Esto pasa inexorablemente por la partida de Christophe Galtier. Si aún no se zanjan todos los detalles, el técnico de 56 años hará las maletas y partirá de la capital francesa. Y un nombre vuelve con insistencia a sucederle, el de un tal Luis Enrique.
La llegada del estratega español al PSG ya no está en duda. A pesar de cierta incertidumbre que reina en torno a los traspasos de ciertos reclutas, los dirigentes del Rouge et Bleu confían en que la formalización debería producirse en breve. Sin embargo, la obra de construcción del nuevo autocar no es el único problema de la plantilla parisina en la actualidad. De hecho, una restricción financiera bloquearía la llegada de todos los jugadores que se han anunciado con insistencia en París últimamente.
Desde las salidas de Lionel Messi y Sergio Ramos, los observadores del club parisino han estado escudriñando, esperando que las primeras formalizaciones no tarden mucho en anunciarse. Pero pasan los días y por el momento no pasa nada. Incluso para los que llegarán libres de todo contrato, como Milan Skriniar, Marco Asensio y Cher Ndour, en la capital francesa.
Y la explicación se encontraría en las limitaciones que plantea el juego limpio financiero. Si su llegada debe completarse antes de que finalice el mes de junio, para poder inscribirlos en el ejercicio contable de la temporada 2022-2023, la formalización deberá realizarse recién en julio.
Aunque por el lado del PSG se confirma que se ha hecho todo lo posible para cumplir con el fair play financiero, no se puede formalizar el traspaso de Manuel Ugarte, que llegó procedente del Sporting a cambio de 60 millones de euros, recién en julio también.
El objetivo es ingresar el monto pagado por el jugador uruguayo en el ejercicio contable de la próxima temporada y evitar una posible sanción. Y será lo mismo para todos los fichajes que costarán varias decenas de millones de euros al club parisino. Se anuncia un verdadero juego del gato y el ratón entre el PSG y la UEFA.
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