El viernes, un nuevo incidente dramático sacudió la Ligue 1. Al margen del partido entre Nantes y Niza (1-0), un aficionado del Nantes perdió la vida tras ser apuñalado. Ante esta tragedia, la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, prometió medidas radicales (ver breve 11:22). Daniel Riolo pide prohibiciones de viaje para aficionados.
«Después de los incidentes de Marsella (29 de octubre contra Lyon, nota del editor), pregunté si era necesaria una muerte para finalmente tomar la decisión correcta. La muerte está ahí. ¿Qué hacemos? ¿Continuamos? En verdad, deberíamos». «No hablaremos de los partidos de L1 este fin de semana. Tenemos un hombre muerto entre manos. ¿Escuchamos a Vincent Labrune? ¿Un simple comunicado de prensa para un hombre muerto? Tenemos la impresión de que realmente no nos importa. Me entristece», dijo.
«Lo vengo diciendo desde hace bastante tiempo y espero que por fin abramos los ojos de una vez por todas. Es triste decirlo pero tenemos que parar los movimientos de la afición. Se acabó, para, estamos enterrando. Somos incapaces de gestionar esto en Francia porque tenemos un público de salvajes y una autoridad pública que tiene otras cosas que hacer además de gestionar a los salvajes.» , fustigó el editorialista de radio RMC.
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