Luis Suárez (36) se despidió ayer del Grêmio. La oportunidad para él de dirigir unas palabras a la afición. Lo que habla es mi cuerpo y el dolor que siento. Un día es mucho.
Me he ganado el derecho a decidir, a decir basta y a disfrutar donde juego. Luego, el uruguayo contó a la prensa su terrible calvario, quien padecía dolores en la rodilla. Sus palabras las retransmite Mundo Deportivo.
“Siento un dolor constante. Afortunadamente no se hincha. Si generara líquido, ni siquiera podría moverlo. A veces se atasca, llega a un punto en el que no puedo doblarlo. El día antes de las reuniones tomo tres comprimidos. No es sólo mi rodilla la que está afectada. A veces me duelen los tendones de abajo por el mal soporte (…) Mi hijo me pide que juegue con él y no puedo”.
Luis Suárez también explicó que temía por su vida después del fútbol, ya que su día a día podría complicarse si los dolores persisten.
futbolfrances.com