Una velada complicada que hay que olvidar lo antes posible… Anoche, en su césped, la AS Roma empató contra la Fiorentina (1-1). Romelu Lukaku inició las hostilidades abriendo el marcador al inicio del partido, pero el partido de su equipo rápidamente se tornó amargo. En el minuto 64, el centrocampista Nicola Zalewski recibió su segunda tarjeta amarilla y fue expulsado, lo que permitió a la Fiorentina igualar dos minutos después con un centro de Lucas Martínez Quarta.
Ganar con 10 es difícil, pero con 9 la tarea es aún más complicada… Tres minutos antes del final del partido, Romelu Lukaku realizó una entrada deslizante al jugador de la Fiorentina, Christian Kouame. Un gesto asesino que le valió la tarjeta roja directa, lo que no importó a José Mourinho, que se lo explicó a los árbitros.
Si la Roma logró conservar el punto del empate, el club italiano perdió por lesión a Paulo Dybala y Sardar Azmoun. Dos duros golpes que se suman a las dos tarjetas rojas de Romelu Lukaku y Nicola Zalewski. Una situación que puso a Mou en picada, según informó el Daily Mail este lunes. “El técnico portugués se marchó entonces sin hacer declaraciones a los medios, ya que Mourinho y los jugadores de la Roma se negaron a hablar con nadie tras el partido”, explica el medio británico. Atmósfera…
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