El lunes, la Federación Inglesa impuso una multa de 140.000 euros al Manchester City, debido a las fuertes protestas de varios de sus jugadores al final del partido entre los Skyblues y el Tottenham (3-3), el 3 de diciembre.
En la última acción, Erling Haaland logró lanzar en profundidad a Jack Grealish y el inglés se disponía a ir solo a la portería de Guglielmo Vicario. Pero el árbitro, Simon Hooper, recurrió a una falta previa sobre el noruego, sin dejar que se desarrollara la ventaja. Furiosos, los Ciudadanos se abalanzaron sobre el hombre de negro, actitud fuertemente sancionada por la FA.
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