En un contexto de tensiones diplomáticas y problemas financieros, el Inter Miami finalmente completó sus preparativos a pocos días de la reanudación de la Major League Soccer (MLS).
Así, Lionel Messi y sus socios se enfrentaron a los argentinos de Newell’s Old Boys, durante la noche del jueves al viernes. Fue la oportunidad para el delantero argentino, recién recuperado de los problemas musculares que le privaron de la gira por Asia, de enfrentarse al club de su infancia veinticuatro años después de dejarlo.
Sustituido a la hora de juego, Pulga no pudo evitar el empate con la franquicia estadounidense (1-1).
Sin embargo, el ocho veces ganador del Balón de Oro tuvo la oportunidad de comulgar con los jugadores del club rosarino a través de una sesión de fotos, al margen del pitido final.
“Me voy a hacer este tatuaje de abrazo, es el mejor momento de mi vida. Yo siempre estuve de su lado, y si alguien hablaba mal de él, quería pelear conmigo. Le dije que lo amaba, así es como me siento. Voy a ser papá y voy a llamar a mi hijo Lionel”, declaró en DSports Radio el volante argentino Franco Díaz, quien sin duda vivió el momento más memorable de su vida como futbolista.
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