El miércoles por la noche, durante los cuartos de final de la Copa de Francia, el OGC Niza sufrió su quinta derrota (1-3 contra el PSG) en seis partidos en todas las competiciones.
Y, como suele ocurrir en periodos difíciles, el técnico del Niza, Francesco Farioli, se encuentra en primera línea.
Como informa L’Equipe, aunque en el vestuario no ha surgido ninguna desconfianza evidente hacia el italiano, su comportamiento empieza a tornarse tenso internamente. En el club estamos especialmente molestos por su falta de cuestionamiento y deploramos un “equipo sin vida”.
¿De ahí a plantearse su salida? No. La semana pasada, el director deportivo del Gym, Florent Ghisolfi, aseguró que el técnico acabaría la temporada en el banquillo
La dirección de Riviera todavía no ha cambiado de opinión, por el momento.
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