Tras el pitido final, la afición del PSG se sintió muy decepcionada. Su equipo perdió en la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones, en el Parque de los Príncipes, contra el FC Barcelona. Los habitantes de París están condenados a una hazaña si quieren clasificarse para las semifinales.
Todo parecía ir bien antes de la reunión del martes. Según los observadores, el semáforo estaba en verde, pero una vez más el club capitalino decepcionó a la hora de levantar el cursor. “Me voy a centrar en la decepción. Antes del partido estaba positivo, con razón, sobre lo que vi. Esto demuestra que no soy un visionario”, comienza Jérôme Rothen en RMC al día siguiente de esta derrota.
Presente en el estadio, al excentrocampista del club no le gustó nada lo que vio, especialmente las actitudes de algunos. Cree que los pilares del equipo, empezando por Kylian Mbappé, no estaban a la altura de esta gran reunión. Una vez más. Incluso habla de traición por parte de algunos.
“Me traicionaron amigos: el portero y el mejor jugador del equipo, Kylian Mbappé. La traición viene más bien del estilo del PSG y de cómo aborda estos grandes encuentros. Traición es una palabra muy grande pero no la entiendo. Todos son unánimes al decir que hay serenidad y cariño entre los jugadores. Casi todo el mundo apoya el proyecto del técnico, que es ambicioso y a veces complicado de entender. Lo volvimos a ver ayer. Sigo convencido de que estos partidos también se juegan mentalmente. Estábamos ahí. Era el mejor ambiente de estos cuartos de final. Había una atmósfera enfermiza. Por eso hablo de traición. Está sucediendo de nuevo en París. No entiendo por qué no hay un alma extra, este deseo de trascender uno mismo individualmente. ¿Por qué no te esfuerzas más de lo habitual? Allí, en cuanto notaron un poco de cansancio, miraron sus zapatos. Lo vi de los atacantes. Hay que utilizar al público. Había niños al otro lado de la calle. Cuando tienes menos experiencia en un clima hostil, es difícil jugar al fútbol. Pero después de 10 minutos ya no ganaste ningún duelo. Necesitas buenos jugadores pero también hay que ganar los duelos. Y allí sentías que el oponente estaba ganando terreno”, dijo.
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