En una entrevista con Le Figaro, el entrenador de la selección francesa Didier Deschamps respondió a las preguntas de los jugadores franceses que se coronaron campeones de Europa en 1984 y 2000. Dice que las críticas a su trabajo como entrenador y al juego de su equipo le “pasan por alto” .
En cambio, no ocurre lo mismo cuando se trata de la vida privada.
“Para mí no tiene ninguna importancia”, confiesa sobre los comentarios sobre su trabajo.
“Más aún cuando estoy en una reunión o durante una competición importante, estoy totalmente desconectado del mundo exterior. No leo, no. No escucho. Obviamente, si hay algo realmente importante, me mantienen informado. Pero todo lo que se comenta sobre los jugadores, la forma de jugar de mi equipo (respira), eso para mí pasa por encima. En la competencia, en mi vida diaria me mantengo informado, pero me salto los debates.»
“Cada uno dice lo que piensa, hace varios años que eso no me influye”, continúa el bayonés.
«Pero cuando se supera el límite, cuando la gente me ataca en el lado humano, en mi integridad, eso es otra cosa», advierte el entrenador.
«No hay preocupación. Puedes decir que soy una mamada, no hay problema. Más allá de los límites, me aseguro de que la acusación esté en consonancia con los ataques en mi contra», explicó.
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