El famoso dicho “entrenador nuevo, victoria segura”, no siempre se cumple. Y si no, preguntádselo a Rudi García, que se estrenó en los banquillos del Lyon con un triste empate a cero ante el Dijon pese a las numerosas ocasiones que tuvieron. Horroroso inicio de temporada de los lioneses. No ganan en liga desde el mes de agosto.
Memphis Depay, que brilló con la selección holandesa en el parón de selecciones, era la ausencia más destacada para un Rudi que quería empezar su nueva andadura al mando del conjunto lionés con buen pie.
En el primer tiempo, los locales salieron a tener la iniciativa, hecho previsible debido a la presunta fragilidad del Dijon, equipo de la zona baja de la tabla. No obstante, en los primeros 45 minutos no dieron con la tecla. Y eso que Moussa Dembélé bien pronto pudo adelantar a los suyos, con un disparo que rechazó Gomis. Mismo final tuvo el tiro de Mavididi, que se volvió a topar con el meta visitante. Les faltó verticalidad y velocidad en el juego, y parecía que solo Aouar conseguía generar algo en campo contrario.
El protagonista de la segunda mitad no fue ningún jugador del Lyon. Fue Gomis, que volvió a aparecer de forma crucial. Primero sacó un disparo a bocajarro a Dembélé, y poco después otro paradón, esta vez a disparo de Adelaide. Llegó una y otra vez el cuadro lionés, pero no había manera. La pelota no quería entrar y no entró. Incluso Tavares estuvo a nada de dar el susto. Amargo estreno para Rudi.
Fuente: sport.es