Al llegar este verano al Real Madrid, Endrick no tuvo mucho tiempo de juego para hincarle el diente. El brasileño está teniendo paciencia… de momento. Este verano, Kylian Mbappé (25 años) llegó al Real Madrid. Casi todos los focos están puestos en el francés y el nuevo trío que forma con Vinicius Junior y Jude Bellingham.
Rodrygo, por su parte, es dejado de lado por los medios mientras el galo ocupa el terreno mediático.
Con todo esto, casi nos olvidamos de que el joven Endrick también dejó sus maletas en la capital española. Reclutado en el invierno de 2022 por los vecinos del estadio Santiago-Bernabéu, el exjugador del Palmeiras terminó su formación en el país antes de volar a Europa cuando cumplió la mayoría de edad.
Considerado una gran esperanza para el fútbol auriverde, el jugador de 18 años se ha embarcado en una nueva aventura.
Presentado a la prensa el 27 de julio, luego participó en la gira por Estados Unidos. Utilizado por primera vez el 31 de julio durante el partido amistoso contra el AC Milan, no necesariamente brilló.
Tocó 13 balones y no intentó ni un solo disparo en 45 minutos. En el once del Clásico ante el FC Barcelona, Endrick volvió a decepcionar a los medios ibéricos, que no dudaron en atacarle.
Sin embargo, lógicamente necesita tiempo para orientarse y encontrar su sitio entre todas las estrellas madridistas. AS también explica este lunes que él, al igual que el Real Madrid, sabía que su debut no sería fácil ya que la competencia es feroz dentro de la Casa Blanca.
Aunque es un número 9 puro, Endrick debe tener paciencia. Pero no será así indefinidamente.
Así, AS desvela que ya tiene establecido un plan de batalla claro y preciso. Si juega poco durante la primera parte de la temporada, no descarta irse en forma de cesión para ganar minutos y experiencia en Europa.
Por tanto, se realizará una primera evaluación alrededor de Navidad. La idea es que pueda seguir progresando a nivel de clubes, pero también que siga siendo convocado para la selección brasileña.
Un punto al que su equipo presta mucha atención, sobre todo porque el delantero centro tiene en la cabeza el Mundial de 2026