La victoria del Real Madrid ante el Alavés (3-2) el martes por la tarde se vio empañada por un final complicado y un muy mal gesto de Endrick. Apenas un cuarto de hora después de su entrada, el joven delantero cometió un intento de patada sobre Mouriño.
El gesto sin duda debería haberle valido la expulsión directa pero el árbitro consideró que era suficiente con una tarjeta amarilla, provocando el enfado de Luis García, técnico contrario, en rueda de prensa.
Un error que no volverá a ocurrir, asegura internamente el brasileño.
Según Marca, admitió ante sus seres queridos que se salvó por los pelos y tiene la intención de cambiar su comportamiento.
A pesar de las provocaciones de su oponente, este episodio debería servirle de lección para el resto de su carrera en el Real Madrid, donde se analizan todas sus acciones.
Este es también el mensaje que le dio a Carlo Ancelotti este jueves en su regreso a los entrenamientos.