Con motivo de las jornadas de La Liga sobre el odio en el fútbol, Fernando Morientes hizo su mea culpa. El exdelantero del Real Madrid admite que no se combatió suficientemente el racismo en el vestuario madridista.
«Se decía que no era el momento de pedir perdón, pero hay momentos en los que siento la necesidad de pedir perdón», confió el español. Aunque no había realmente racismo en el vestuario, banalizamos lo que estaba pasando. Afuera, es decir, en la grada jugué con Seedorf, Makélélé, Roberto Carlos… En el campo nos insultaron y no hicimos nada», dijo.
«Cuando vas al extranjero y te tratan diferente, lo notas. Lo sufrieron en su familia. Ahora, con el tiempo, salgo al campo y pienso ‘cómo ha cambiado’. Hoy, puedes denunciar a alguien más. A ti hubo una evolución enorme. Me insultaron porque era hijo de un policía, le tiraron un plátano a Roberto Carlos y me reí, el compañero se rió. Eso lo hemos banalizado”, lamentó el exjugador. Jugó en el Mónaco.