A pesar de su gran dominio técnico, el Mónaco sigue aferrado al Bolonia (0-0), en el descanso de este partido de la cuarta jornada de la Liga de Campeones, este martes en el Estadio Renato Dall’Ara.
En un partido que tardó unos diez minutos en abrirse, los italianos tuvieron la primera situación tras una acción confusa que desembocó en un disparo desviado de Miranda.
Una alerta que puso de cabeza a los monegascos: perfectamente servido por Ben Seghir ya avanzado el partido, Embolo jugó contra su rival con control orientado antes de cruzar un disparo desviado en su poste de Skorupski.
Cada vez más amenazadores, los monegascos pensaron que podían abrir el marcador en un saque de esquina, pero la falta de Singo sobre el portero boloñés, comunicada por el VAR, no permitió validar este gol.
Aunque no fue muy exigente en el partido, el portero polaco tuvo que mantenerse concentrado en la fase inicial, lo que hizo perfectamente para evitar que Golovin anotara en un tiro libre que se fue por la escuadra.
Y contra el curso del juego, el Bolonia podría haber marcado sin una parada decisiva de Majecki, en una recuperación a quemarropa de Beukema, o sin un fuera de juego previo al gol de Castro. En el proceso, Akliouche, después de aprovechar el trabajo de Ben Seghir y tomar el balón con un gancho, ¡se topó con Skorupski! Una parte muy agradable hasta ahora.