Sin duda, hablamos del Mónaco y lo hacemos de uno de los mejores equipos del territorio galo. En la temporada 2016/17, el equipo monegasco sorprendió al mundo gracias a su desempeño en la Champions League, con una plantilla cargada de grandes talentos que pronto llamaron la atención de los equipos más grandes del viejo continente. Leonardo Jardim era el comandante de un equipo donde despuntaban jugadores como Mbappé, Fabinho, Sidibé, Glik o el propio Lemar. Con el paso de los años y el avance de las carreras de todos ellos, se ha confirmado una sospecha que muchos expertos en Ligue 1 ya defendían por entonces: esos jugadores estaban rindiendo por encima de sus posibilidades y fue algo pasajero. El Atlético de Madrid, sufre ahora estas consecuencias.
Obviando a determinadas piezas de aquel equipo como Kylian Mbappé, uno de los mejores futbolistas del mundo sin duda, o Fabinho, que se ha asentado en el mejor club europeo del momento, el resto de piezas claves de aquel Mónaco no ha vuelto a rendir como en aquella mágica temporada. Ni Mendy, ni Glik, ni Sidibé, ni Bakayoko, ni Germain, ni Jemerson han vuelto a mostrar un nivel tan alto, con numerosas carencias físicas y técnicas.
Claro ejemplo de ello es el rendimiento de Thomas Lemar como futbolista atlético. Los colchoneros abonaron más de 70 millones de euros por el futbolista galo en una operación que supuso el traspaso más caro de su historia hasta la llegada de Joao Félix, y hasta el momento su aportación es más que insuficiente para los intereses rojiblancos.
Fuente: fichajes.net