Kyliam Mbappé, se ha referido a su futuro en la concentración que el Mónaco, su equipo, ha comenzado en Suiza. Preguntado por algunos periodistas españoles presentes en las instalaciones de entrenamiento, el francés ha dejado una puerta abierta a su salida. «No sé si seguiré», ha dicho.
Con redactores de los diarios As y Marca como testigos, el francés no ha querido confirmar su continuidad y eso que desde su club la presión se ha redoblado en los últimos días con, incluso, la colaboración del Príncipe Alberto de Mónaco, que públicamente ha reclamado al jugador que sigue. Que continúe.
Pero el futbolista sabe que tiene la sartén por el mango. Que es él quien debe decidir cómo gestionar un futuro en el que está el Real Madrid, pero en el que también están pendientes otros clubes como el Manchester City o el PSG.
En las últimas semanas unos y otros se han movido para intentar convencer al jugador. El primero lo ha hecho con una conversación personal entre Pep Guardiola y el muchacho. El PSG también ha tenido a Emery, su entrenador, como principal estilete con el que convencer al futbolista.
Mbappé y su padre escuchan ofertas y guardan la calma. Su deseo es gestionar esta presión de la mejor manera posible haciendo equilibrio entre lo más recomendable para el futuro del futbolista y una oferta económica que sea de suficiente peso como para blindar su futuro.
Entre tanto, el Mónaco también juega sus bazas para que renueve, algo que puede beneficiar al Real Madrid. En el Bernabéu no les importaría esperar un año e incorporarlo en 2018. La ampliación de contrato daría al Madrid esta oportunidad siempre y cuando convenzan al jugador y su padre para que lo hagan con una vía abierta para ver a Mbappé de blanco.
El vínculo emocional que une al chico con el Real Madrid es uno de los factores que manejan los merengues. Desde hace años es un deseo personal del propio Zidane y hace unos años viajó hasta Valdebebas, donde se fotografió con Cristiano Ronaldo. Una opción, la de verlos juntos (jugando, eso sí) que después de la respuesta del muchacho, parece ganar más peso.
Fuente: eleconomista.es
