En una jugada aparentemente inocua, un lanzamiento de córner del Getafe impactó en el rostro del central sin esperarlo. Se mareó y acto seguido pidió el cambio.
En plena oleada de lesiones tras la nueva normalidad en el fútbol, Raphaël Varane se tuvo que ir al banquillo de la manera más inesperada. Más que dolencia, fue previsión. Y es que el central galo se llevó un pelotazo en un córner que le mareó y le obligó a pedir el cambio.
Corría el minuto 30, justo antes del parón de hidratación, y el equipo de Bordalás botó un córner. Varios jugadores saltaron a cabecear, pero nadie le dio y la bola impactó en el rostro de Varane, de manera lateral en la zona derecha.
Mientras Zidane reordenaba a los suyos en el parón, el zaguero le dijo a los médicos que se sentía mal, así que pidió irse al banquillo. Por algún gesto que hizo, podía obedecer también a que se viera afectado el oído.
Eder Militao, que no había calentado, entró de inmediato para dar relevo a uno de los pocos jugadores del Madrid que no había tenido descanso en el fútbol pospandemia.
Fuente: besoccer.com
