El Atlético de Madrid ya tiene nuevo hogar y el primero de muchos en escribir su nombre en el verde del Wanda Metropolitano ha sido Antoine Griezmann. El delantero inauguró las impolutas redes del estadio rojiblanco con el único gol del partido ante el Málaga, que le convierte, si no lo era ya, en una leyenda viva del club.
A las 22.04 del 16 de septiembre, en el minuto 61 de encuentro, el esférico salió de las botas de Griezmann con la estela de más de 114 años de historia de la entidad colchonera, dejando en su camino hacia a la portería los miles de encuentros que los presentes y sobre todo sus antepasados disfrutaron en aquel precario campo del Retiro, en las vetustas instalaciones de la calle O’Donnell, en el Metropolitano original y en el inolvidable Vicente Calderón.
Fuente: lavanguardia.com
