Llegado al OGC Nice en verano de 2020 procedente del Everton, Morgan Schneiderlin (32) no tuvo una primera temporada atronadora con el Gym, ni mucho menos.
Lesionado el pasado mes de julio durante la preparación veraniega, el centrocampista internacional (15 internacionalidades) incluso se vio, al inicio de la temporada, relegado al banco de suplentes por el nuevo entrenador del Aiglons, Christophe Galtier.
Sin embargo, tras este complicado paso, el que se formó en Estrasburgo parece reanimarse un poco, como demuestran sus tres aperturas en los últimos cuatro partidos.
Cierto renacimiento sobre el que también volvió el número 6 del club “Riviera”, explicando en especial cómo había recuperado la confianza de su entrenador.
“Te lo aseguro, no lo acosé (sonríe). Simplemente sé cómo funciona el fútbol y lo que quieren los entrenadores: un jugador profesional, de alto rendimiento, que se entregue. Tuvimos una gran discusión. Me dijo cosas, yo también le dije. Nunca había llamado a su puerta antes de que habláramos. Porque, para mí, lo que marca la diferencia es el terreno. Tal vez deberíamos haber cambiado antes para romper el hielo. Tras el parón internacional de noviembre. Quería animarme, decirme que veía lo que estaba haciendo. Vio que estaba involucrado, que lo daba todo en el entrenamiento para empujar a los demás. A partir de esta discusión, las cosas sucedieron naturalmente. El entrenador me ha dado tiempo de juego. Espero haberle dado satisfacción, creo que sí, durante unos meses», reconoció Schneiderlin en una entrevista con L’Equipe.
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