Para su primera temporada en el Paris Saint-Germain, Lionel Messi habrá vivido varias novedades. De hecho, si el internacional argentino era unánime en el FC Barcelona, la afición del club capitalino lo criticaba regularmente por sus actuaciones muy por debajo de las expectativas.
La eliminación en los octavos de final de la Champions League parecía la gota que colmó el vaso, y el jugador de 35 años fue uno de los chivos expiatorios de este fiasco.
El próximo partido ante el Girondins de Bordeaux verá, efectivamente, pitar a la Pulga en los palcos del Parque de los Príncipes, algo que nunca le había ocurrido en Cataluña.
Para TyC Sports, Lionel Messi volvió a los silbidos que sufrió:
“También es nuevo para mí. Es una situación diferente. Nunca me había pasado esto en Barcelona, todo lo contrario. La situación de la gente y el enfado es comprensible por los jugadores que teníamos, el equipo en el que estábamos y porque pasó un año más, porque no es la primera vez que pasa una situación así en París, al ser eliminados de la Champions League en de esta manera, y la ira es comprensible. Entonces, esté o no de acuerdo con los pitidos dirigidos a mí y a Ney en particular, éramos los más señalados. Pero bueno, sucedió”.
Una situación inédita para el internacional argentino, que quiso mantener a su familia y en especial a sus hijos alejados de todo esto:
«Enseguida pregunté qué habían respondido los niños, si lo habían visto, qué habían pensado y qué decían al respecto. La verdad es que no me gustaba que mi familia estuviera allí y escuchar a la gente silbarme, y que mis hijos estuvieran allí y tuvieran que pasar por eso. No me dijeron nada, dejaron que pasara. No entendieron nada, porque tampoco saben por qué. Sé que sintieron algo”.
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