En pocos meses, Ousmane Dembélé pasó de indeseable número uno a jugador decisivo en el sistema de Xavi. Tras haber concluido el último ejercicio de LaLiga como mejor pasador (13 asistencias), el internacional francés finalizó la pretemporada como el mejor goleador (5 goles en 5 partidos) de los blaugranas.
Un viejo adagio surge a menudo en el mundo del fútbol: «todo va muy rápido». Expresión cosida con hilo blanco, utilizada en exceso por los amantes del lenguaje futbolístico, sin embargo, corresponde muy bien a la situación vivida por Ousmane Dembélé en el espacio de unos meses.
De vuelta a finale de enero. A pocos días de que finalice el mercado de invierno, el director deportivo del Barça, Mateu Alemany, hizo unas declaraciones contundentes: «Nos parece evidente que el jugador no quiere seguir en el Barcelona y meterse en el proyecto del Barça”
La falta de prórroga del francés con el club catalán irritó al máximo a la plantilla blaugrana, que incluso apunta a que el joven de 25 años «no volvería ser convocado» hasta que no se decida su futuro. El divorcio entonces parecía muy cercano. Pero el ex Rennais pudo contar entonces con un fuerte apoyo: el de su entrenador, Xavi. Tras bambalinas, el español afirma su liderazgo sobre su grupo y discutió con el extremo tricolor.
Ingresado en el partido del derbi ante el Espanyol (2-2) del 13 de febrero, se convirtió después en titular habitual y multiplicó las ofertas hasta completar la temporada coronándose con el título de mejor pasador de LaLiga (13 asistencias). Por lo tanto, la situación ya no es la misma.
Finalmente, el 14 de julio se llegó a un acuerdo con el Barça para ampliar el contrato de arrendamiento hasta 2024. Dembélé habría aceptado rebajarse un 40% el salario fijo, un esfuerzo confirmado por el presidente catalán, Joan Laporta. «Quedarme siempre ha sido mi primera opción», recordó el extremo.
Mientras los blaugranas se preparan para reanudar la Liga este sábado en el Camp Nou ante el Rayo Vallecano (21:00 horas), el indeseable ha vuelto a convertirse en un talismán ofensivo de primera elección para su club. Durante la pretemporada multiplicó las buenas actuaciones y los goles (cinco goles en cinco partidos), convirtiéndose en el mejor goleador del verano del Barça. Sin molestarse por la llegada de la brasileña Raphinha a su carril derecho, Dembélé parece dispuesto a arder por su sexta temporada en Cataluña.
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