Sin embargo, de vuelta a un nivel decente, Antoine Griezmann (31 años, 3 apariciones y 2 goles en La Liga esta temporada) debe estar ansioso. De hecho, el delantero francés se encuentra envuelto en una guerra de nervios entre los dirigentes del FC Barcelona y el Atlético de Madrid que aún no logran llegar a un acuerdo para su fichaje definitivo.
Cedido por dos temporadas, el campeón del mundo tricolor será fichado automáticamente por 40 millones de euros, el importe de su opción de compra, si juega el 50% de los partidos con el club capitalino. Desde el inicio del ejercicio se ha conformado con tres entradas al partido con menos de media hora en las piernas sabiendo que un partido se cuenta como jugado… a partir de los 45 minutos. Oficialmente, por lo tanto, no jugó un solo partido en agosto.
Según L’Equipe, esta situación lastra necesariamente sobre la moral del Bleu, que espera garantías en su tiempo de juego para las próximas semanas, a medida que se acerca el Mundial de Qatar. Una presión tardía cuando la ventana de fichajes se cierra el jueves por la noche. Es por tanto en el banquillo donde Griezmann podría ser titular la mayoría de sus partidos.
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