Tras volver a ceder ante Alemania el viernes (2-1) como en las semifinales de la Eurocopa de julio, la selección francesa no tranquilizó este martes en Suecia. En el Gamla Ullevi de Göteborg, las Blues se hundieron por completo ante la buena presión e intensidad que imprimieron las suecas (3-0). Dos derrotas seguidas, eso nunca se había dado desde la llegada de Corinne Diacre al banquillo tricolor. El nivel de juego es preocupante a nueve meses del Mundial de Australia y Nueva Zelanda (20 de julio al 20 de agosto).
Si bien algunos clubes, incluido el OL, le han pedido a Corinne Diacre que vigile el tiempo de juego de sus jugadores, que han estado sobrecargadas durante un año, la entrenadora decidió mantener la misma alineación inicial que en Alemania. Les Bleues querían mostrar mejores intenciones que en Dresde, pero las promesas no se cumplieron.
Tras una serie de duelos perdidos y una gran apatía, concedieron el primer gol a los 24 segundos, cuando Filippa Angeldahl, aprovechó un despeje en la zona central tras una jugada incompleta de Selma Bacha luego de un centro de una Jonna Andersson quien quedó totalmente sola, para engañar a Pauline Peyraud-Magnin, que no pudo deterner la pelota.
Suecia tardó solo 24 segundos en abrir el marcador. Este es el gol recibido más rápido por Les Bleues en su historia, por delante del de la estadounidense Kristine Lilly que lo hizo el 13 de marzo de 2006 (1-4) a los 27 segundos (fuente Footofeminin).
Considerablemente obstaculizadas por la intensa presión de Suecia, sin movimiento, las francesas tuvieron dificultades para mantenerse ofensivamente, con intentos demasiado tímidos y no merecieron el gol en la primera parte. Pese a las carreras de Grace Geyoro, la centrocampista tricolor estuvo demasiado imprecisa técnicamente en el primer tiempo.
Diacre decidió jugar la carta ofensiva al descanso, sacando la centrocampista parisina Delphine Cascarino, para lanzar a Melvine Malard y Lindsey Thomas. Les Bleues pasó del 4-3-3 al 4-2-4, con Kadidiatou Diani un poco por detrás de Thomas colocada en la delantera.
Pero más allá de una falla en el cara a cara de Melvine Malard (49º), la marcha ofensiva no fue más importante. Suecia hizo el break con un balón parado, cuando la parisina Amanda Ilestedt aprovechó el desentendimiento de la defensa tricolor para colocar de cabeza (60º) el segundo tanto de las locales.
El hundimiento se confirmó con la expulsión de Aïssatou Tounkara, luego de una falta por detrás sobre Blackstenius que se fue sola al arco (74º).
Madelen Janogy agregó un tercer gol (78) a Suecia, y el marcador podría haber sido más pesado, sin varias paradas de Pauline Peyraud-Magnin vitales en el compromiso.
Las francesas no recibían tres goles desde un partido contra Holanda en marzo de 2020 (3-3). Su desempeño general fue preocupante.
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