Único suplente a las órdenes de Igor Tudor, Dimitri Payet (35 años, 8 partidos y 1 gol en L1 esta temporada) ha mostrado sus estados de ánimo si no hubiera evolucionado mentalmente. Pero el centrocampista ofensivo del Olympique de Marsella ha madurado.
«Tengo un carácter de mierda», admitió el reunionés a Prime Video.
«Seguro que me jugó una mala pasada. La situación en la que me encuentro a día de hoy me podría haber empujado a rendirme, a cabrear o a dar malas vibraciones en el vestuario o en la cancha. Pero con los años, no solo aprendí que no me ayudaba a mí mismo, no ayudaba al entrenador ni a mis compañeros. Esa no es la imagen que quiero dar».
“A los 35 todavía aprendí algo, es tratar de ser un supersuplente», agregó.
«Hay jugadores que juegan un poco más que otros porque son indiscutibles, hicieron lo necesario para serlo, así que me quité la cabeza al principio porque es el lado competitivo el que habla, sigue ahí, pero hoy ya no me culpo más a mí que al entrenador ni a nadie. Me digo a mí mismo: ‘Si estás a tu nivel, vas a jugar'».
Y por el momento, Payet está bastante lejos de eso.
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