Didier Deschamps puede respirar. Tras enterarse ayer por la tarde de la lesión en el tendón de la corva de Raphaël Varane, el seleccionador de Francia empezó a sudar frío por Kingsley Coman.
El sábado por la noche, el bávaro salió pasada la hora ante el Hoffenheim (0-2) tomándose el muslo.
Tras la victoria de su equipo en Sinsheim, el técnico Julian Nagelsmann habló sobre el estado de salud del francés.
“Lo sacamos por precaución, recibió un golpe en un muslo. No creo que haya sido una lesión estructural”.
Para gran satisfacción de su entrenador, el internacional tricolor sufre una lesión en el muslo que no debería apartarle del campo. Más miedo que daño para Kingsley Coman.
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