Designados tras la destitución de Michel Der Zakarian, los entrenadores interinos Bruno Grougi, Julien Lachuer e Yvan Bourgis dan satisfacción al Brest. Pero la falta de título de entrenador le cuesta al club 25.000 euros por partido. De ahí el anuncio del director deportivo Grégory Lorenzi.
«Hará falta un entrenador calificado, esa es la regla», indicó el dirigente al diario Ouest-France.
“El club no podrá permitirse el lujo de pagar grandes sumas para cubrir esto. Hay una reflexión. Las cosas se han demostrado desde hace algún tiempo. Ahora, estamos contentos con el interinato, haremos balance con el presidente y veremos cómo darle las riendas a este equipo para que siga como llevamos los partidos».
Los rumores sobre la identidad del futuro entrenador deberían circular pronto.
futbolfrances.com