Se trata de un Kingsley Coman más locuaz de lo habitual al que nuestros compañeros del periódico Le Monde han podido entrevistar, a pocos días de la marcha de la selección francesa rumbo a Qatar.
Quien retomó los entrenamientos colectivos con sus compañeros este viernes por la tarde, tras perderse la sesión del jueves, no debería estar establecido para la segunda jornada de la fase de grupos del Mundial.
Una situación que se explica por su fragilidad física, por el excepcional nivel desplegado por Ousmane Dembélé y al que volvió el extremo del Bayern de Múnich.
“Claro que me gustaría empezar más. Pero sigo viviendo como un honor y una felicidad representar a mi país. En un club es diferente, es tu trabajo. También tienes más tiempo para demostrar tu valía, ganarte tu sitio, sobre todo cuando tienes a Ribéry o Robben en tu puesto», confió antes de hacer un balance de su carrera con los Blues.
“Creo que jugué algunos buenos partidos, pero quizás falte ese gol que marque la diferencia. Como esta acción contra Suiza en la prórroga. Si la pelota no pega en el larguero, podemos clasificarnos y eso lo cambia todo. Puedo comenzar en la próxima ronda. Pero depende de mí asegurarme de que la próxima vez no haga un larguero, sino un gol. »
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