Cesc Fàbregas se formó en el Barcelona, que abandonó con 16 años en 2003 para fichar por el Arsenal, y un año después formó parte de una de las grandes líneas de la historia del club londinense. El centrocampista español se convirtió en un fijo en la alineación titular de Arsène Wenger y ganó el campeonato inglés con los Invencibles en 2004. Una actuación que hizo que Pep Guardiola y el Barça quisieran recuperarlo. El actual jugador del Como, que milita en la Serie B, habló este viernes con la BBC sobre su regreso a Cataluña en 2011, que en retrospectiva calificó de «precipitado».
«Tomarse su tiempo es muy importante en la vida y en el fútbol y, en retrospectiva, creo que debería haber esperado un poco más para volver a Barcelona. Al menos hasta que Xavi estuviera en declive para poder haberle sucedido», declaró el jugador de 35 años
«Pero en aquel momento el Barça estaba jugando tan bien que, cuando Pep (Guardiola) me llamó, decidí que ése sería el siguiente paso en mi carrera. Era mi ídolo de niño, llevaba el número 4 por él. Cuando tu ídolo te llama y ves a su equipo y a tus amigos brillando allí, eso influye en tu elección».
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