LIGUE 1: 2018 o el año en el que el Mónaco se vino abajo

La derrota casera este sábado ante el colista Guingamp (0-2) sume al club del Principado en el penúltimo puesto, con 13 puntos, a tres de la salvación, en el ecuador del campeonato.

Eliminado de la Champions como último de un grupo en el que coincidió con el Atlético de Madrid, el Mónaco ha firmado un nefasto primer trimestre de temporada.

El técnico de los últimos cuatro cursos, el portugués Leonardo Jardim, fue relevado por malos resultados en octubre por Henry, quien en sus 13 compromisos tampoco ha logrado enderezar el rumbo: tres victorias, dos empates y ocho derrotas.

En su primera experiencia como técnico principal, el campeón del mundo con Francia y campeón europeo con el Barcelona aún no ha dado con la tecla para gestionar un grupo muy joven y con poca experiencia.

«No hemos logrado salir de la zona de descenso antes del parón invernal (…) No voy a pasar unas buenas fiestas», lamentó este sábado Henry, cuya primera experiencia en los banquillos fue ser asistente en la selección belga de Roberto Martínez, que acabó tercera en el Mundial de 2018.

El contexto del club, del que es hincha incondicional el Príncipe Alberto, tampoco ha contribuido.

Su presidente, el multimillonario ruso Dmitri Rybolovlev, fue imputado el pasado noviembre en un caso de corrupción por la Justicia del Principado.
Asimismo, la Federación Francesa de Fútbol (FFF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) investigan al club por posibles irregularidades en la contratación de futbolistas menores de edad.

El modelo de gestión de la plantilla -comprar jóvenes valores y venderlos a precio de oro- ha mostrado también sus debilidades.

El club que formó a estrellas como Kylian Mbappé, David Trezeguet o el propio Henry se quedó sin la mayoría de sus hombres clave a inicios de temporada.

Se marcharon pilares como el brasileño Fabinho, que fichó por el Liverpool por 45 millones; el campeón del mundo francés Thomas Lemar, al Atlético de Madrid a cambio de 70 millones; y el portugués Joao Moutinho, al Wolverhampton.

También salieron valores de futuro como el senegalés Keita Baldé, cedido al Inter de Milán.
Solo aguantó el colombiano Radamel Falcao -uno de los mejores goleadores de la historia del club- y el lateral Djibril Sidibé, campeón con Francia lastrado por las lesiones desde hace casi dos meses.

El club monegasco tampoco ha rentabilizado su apuesta por jóvenes talentos como el internacional ruso procedente del CSKA de Moscú Alexander Golovin, por el que se gastaron 30 millones, y con el adolescente de 17 años ex jugador del Lyon Willem Geubbels, por el que invirtieron 20 millones.

«Hasta este sábado pensaba que íbamos a necesitar dos jugadores, pero creo que me equivoco», dijo el vicepresidente del Mónaco, Vadim Vasilyev.La prensa ha especulado estos días con varios nombres, entre ellos el del internacional español del Chelsea Cesc Fàbregas.

Fuente: besoccer.com