
Eliminado por el Nantes (0-1) en la semifinal de la Copa de Francia, el Lyon sin duda ha dicho adiós a su última esperanza de clasificación europea. Con ocho puntos de desventaja a nueve jornadas del final, el Top 5 promete ser muy difícil de conquistar para un equipo que sólo ha ganado uno de sus últimos cuatro partidos ligueros.
“No es fácil porque todo el mundo se ha llevado un buen golpe en la cabeza», admitió el técnico Laurent Blanc en rueda de prensa. «Tenemos que aceptarlo porque nuestra vida sigue. Se compone de partidos y quedan nueve. Que los ganen. Fui claro con los jugadores. El final de temporada es nuestro. Depende de nosotros que sea positivo. Hay que terminarlo como profesionales”.
Esta última frase suena como una advertencia de los Cévennes, que parecen temer una relajación.
«Será complicado, no hay que esconder la cara. Pero no es porque sea difícil que vayamos a abusar de los partidos. Espero que no haya ningún problema a este nivel. No pido nada excepcional, pero que seamos profesionales y centrados en nuestro tema”, insistió el técnico del OL, que el domingo (13:00 horas) recibe al Rennes con su equipo en el marco de la 30ª jornada de la Ligue 1.
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