La competencia es enorme. Actualmente, en el Bayern de Múnich es difícil desbancar al cuarteto ofensivo Kane – Coman – Musiala – Sané, por su gran eficacia. Y se volvió a ver a principios de semana en la victoria ante el Galatasaray en la Liga de Campeones (1-3). Un ataque feroz que deja a algunos decepcionados, como Mathys Tel, que destaca desde el banquillo o incluso Thomas Müller, uno de los pilares del club.
Pero Thomas Tuchel es el primero en lamentarse de esta competencia más feroz que nunca. El técnico alemán explicó que tuvo dificultades para incorporar a Müller ante el Galatasaray cuando su equipo ya iba ganando 1-3, por miedo a enviar un mensaje negativo a su estrella.
Conocido por su mentalidad y su gran profesionalidad, el delantero del Bayern no agacha la cabeza, especialmente durante los entrenamientos.
“Sólo puedo felicitar a Thomas por la forma en que está entrenando ahora, incluso con el grupo pequeño que no ha jugado. Es sensacionalmente bueno y absolutamente ejemplar. Creo que a veces se siente diferente por dentro, pero no lo demuestra porque es un verdadero jugador de equipo a un nivel altísimo”, dice Thomas Tuchel, encantado con el estado de ánimo de su jugador.
El ex estratega blues también admitió haber tomado una decisión equivocada en Champions: “Tenía la sensación de que si lo reemplazaba ahora, tendría el efecto: ‘Oh, sí, ahora que estamos 3-1, Thomas puede jugar’. Me pareció extraño, pero a él le resonó de manera completamente diferente”.
Lo cierto es que con tantas opciones en el banquillo y en el campo, el Bayern de Múnich puede permitirse el lujo de tener grandes ambiciones.