Secado por 3-0 en la ida, el Rennes consiguió una prestigiosa victoria contra el AC Milan (3-2) este jueves, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League. Un éxito insuficiente para el club bretón, eliminado con honores a pesar del hat-trick de Benjamin Bourigeaud.
En un ambiente excepcional en el Roazhon Park, Leão estuvo a punto de arruinar la fiesta pero se topó con Mandanda y Theate. Dos alertas calientes que empujaron al Rennais a hacer más hasta que Bourigeaud abrió el marcador con un potente disparo a ras de suelo (1-0, 11º).
¿Podría ocurrir el milagro? Los milaneses dieron una rápida respuesta. En un ataque colocado, Hernández colocó un caviar en la cabeza de Jovic para calmar al público bretón (1-1, 22).
Tranquilizados, los Rennais intentaron reaccionar lo mejor que pudieron, pero Bourigeaud y Kalimuendo fallaron ante Maignan, mientras que Gouiri encontró a Kjaer en su camino.
En la gestión, los rossoneri no entraron en pánico ante los locales, mucho menos mordaces, en un terreno menos ruidoso que al inicio del partido. Un escenario perfecto para el Milan, que presionó lo suficiente cuando fue necesario para evitar que su rival ganara confianza.
Al regresar del vestuario, Mandanda le ganó un importante duelo a Leao. Importante, porque Bourigeaud anotó un doblete unos minutos más tarde en un penalti obtenido por Terrier por una falta muy leve de Kjaer (2-1, 54º).
Pero como en el primer tiempo, Rennes no aprovechó su dominio y se vio sorprendido por una acción casi de broma con numerosos contraataques favorables a Leão, goleador en la jaula vacía (2-2, 58).
Frustrado, el Rennes no se rindió y se adelantó por tercera vez, gracias a Bourigeaud, autor de un penalti concedido a Jovic por una mano (3-2, 68). Un gol para el honor ya que después no pasó nada o casi nada. Los sucesivos cambios de Julien Stéphan no aportaron mucho, a pesar de una última oportunidad para Salah rechazada por Maignan. La aventura europea ya termina para Rennes.
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