Acosado por gritos de mono durante el partido entre el Atlético de Madrid y Bilbao el pasado fin de semana, Nico Williams respondió sobre el terreno de juego unos minutos después empatando antes del descanso.
El extremo vasco reaccionó celebrando su gol resaltando el color de su piel. Como sanción, la Federación Española de Fútbol (RFEF) dictó ayer su decisión: el estadio Civitas Metropolitano quedó en confinamiento parcial.
“El Atlético recibió una sanción de cierre parcial de su recinto deportivo por un periodo de dos partidos (los dos últimos de la temporada en La Liga contra el Celta de Vigo el 12 de mayo y Osasuna el 19) y una sanción económica de 20.000 €”.
El autor de estos gritos racistas fue identificado mediante las cámaras del estadio. Este incidente constituye un nuevo ejemplo de racismo dentro del Atlético y en el campeonato de España.
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