Al final de un partido de mal gusto, Brest y Rennes no consiguieron decidirse (0-0), este sábado, en la 4ª jornada de la Ligue 1. Un derbi decepcionante que frustrará a los dos equipos.
Un derbi bretón, dos equipos que se encuentran bastante cómodos desde el inicio de temporada y con muy buen tiempo, dejaban todos los ingredientes para presenciar un buen partido. Sólo que los jugadores decidieron lo contrario y no ofrecieron casi nada. ¿En qué podría consistir el primer período? A un festival de errores técnicos, a una secuencia sin ideas…
¿Las oportunidades? Inexistente. Efectivamente hubo esa recuperación en el segundo palo de Le Douaron, completamente perdida a pesar del buen servicio de Camara, o incluso este tímido golpe de Blas tras una percusión de Kalimuendo. Pero más allá de estos dos adelgazamientos, la nada total a pesar de un mejor final de temporada del Brest, mucho más incisivo en los duelos.
Cuando regresaron del vestuario, el partido poco a poco fue subiendo de intensidad. Satriano deleitó al público con un puente demoledor sobre Theate pero le faltó lucidez en el resto de la acción. Pasada la hora de juego, un nuevo festival, pero de faltas, entre jugadores que buscaban no perder antes que ganar. Basta decir que el espectáculo no estuvo allí durante 90 minutos…
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