Además de tener dificultades sobre el terreno (6 derrotas seguidas en L1), el SCO de Angers también atraviesa problemas financieros.
Efectivamente, la crisis sanitaria ha pasado por esto y pese a la venta de Billal Brahimi al Niza en enero (7 millones de euros), las cuentas están en su peor momento según el presidente del club, Saïd Chabane:
“todavía nos faltan los 37 millones de euros ingresos que no hemos tocado en doce meses. Necesitamos un poco de tiempo para recuperarnos y estar más serenos económicamente”.
Presente en el club desde 2011, el empresario franco-argelino también precisó que podría convertirse en accionista minoritario o incluso retirarse:
“El club sigue abriendo capital. Ha habido discusiones, habrá otras. No necesariamente quiero estar con la mayoría. Quedarse no es una obligación. Depende del entorno. Repito: no estoy apegado al asiento”, matizó el empresario.
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