Tal y como os explicamos este viernes, Didier Deschamps probó una composición en 4-2-3-1 modulable en 4-3-3 cuatro días antes de la entrada en marcha de la selección de Francia en el Mundial, martes (20.00 horas) ante Australia.
Y teníamos razón: Antoine Griezmann (31 años, 110 partidos y 42 goles), colocado como «N° 10», bajará un escalón en determinadas fases de juego.
Según RMC Sport, Didier Deschamps incluso pretende utilizar al delantero del Atlético de Madrid como centrocampista de relevo puro y duro. Nuestros compañeros explican que precisamente jugó en esta posición el viernes, pero que la propensión a bajar de Adrien Rabiot finalmente dio la impresión de un 4-3-2-1, mientras Aurélien Tchouaméni ocupaba el lugar de centinela.
Lo que nos daría, por tanto, no un cuarteto, sino un trío de ataque formado por Olivier Giroud al frente, Kylian Mbappé a la izquierda y Ousmane Dembélé a la derecha. Con Griezmann, conocido por su labor defensiva, y Rabiot como abanderados.
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