Un mes después de una suspensión, la Dirección Nacional de Control de Gestión se reunió este miércoles para pronunciarse sobre la situación en Burdeos. Tras escuchar a los dirigentes del Girondin, la policía financiera del fútbol francés decidió imponer «el control de las nóminas y las indemnizaciones por transferencias» para lo que resta de la actual temporada.
Por lo tanto, el equipo de Aquitania podrá contratar en este mercado de fichajes de invierno, pero primero tendrá que vender. También se espera que el defensa central Stian Gregersen esté en Atlanta en las próximas horas para permitir que su futuro exclub recupere dinero.
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