En una nube en el primer tiempo y en perfecta gestión de un buen resultado tras el descanso, el Olympique de Marsella aplastó al Niza (0-3) este domingo durante la 4ª jornada de la Ligue 1. Un acierto sin forzar, que permite al club marsellés tomar temporalmente la delantera en el campeonato de Francia.
Con el cuchillo entre los dientes, los marselleses ejercieron una enorme presión sobre los niçois desde el principio. Tras una primera acción que alertó a los locales gracias a los botines de Dimitri Payet, cerca de encontrar el gol con un tiro a ras de suelo, Alexis Sánchez castigó a Schmeichel aprovechando un pase perfecto de Clauss para colocar el balón en la escuadra (0-1, 10º).
Bien colocados, los visitantes iniciaron el partido con un gran nivel al dominar a sus anfitriones tanto técnica como tácticamente gracias en particular a las atrevidas posiciones en la pizarra de Mbemba y Kolasinac, que aseguraron con autoridad sus áreas y la última línea colocada por Igor Tudor.
Por el lado del Gym, sólo Pépé daba la impresión de poder mover las líneas. Pero en cada disparo realizado, el extremo marfileño fue superado por una buena defensiva marsellés. El OM fue un oponente demasiado sólido y se mostró muy confiado. Prueba de ello fue la acción de “escuela futbolística” iniciada con un soberbio centro de Payet y rematada por Tavares, cuyo puro remate de derecha pegó en el poste para engañar a Schmeichel (0-2, 37º). En llamas, el portugués obligó al portero danés a salir y tener que sufrir en diferentes acciones antes que Alexis Sánchez consiguiera su primer doblete (0-3, 43º) en Francia.
Tras la demostración en el primer tiempo, el Marsella aflojó el agarre al volver del vestuario. Suficiente para que el Niza se acercara a la portería de López, que tuvo que aprovechar un tiro suave de Pépé a ras de suelo para lucirse. En total gestión, los foceanos se contentaron con hacer girar la pelota y manejar el partido. Sin embargo, podrían haber dejado el Allianz Riviera con una victoria mucho mayor, pero Tavares falló por poco un nuevo intento de gol.
Un segundo tiempo anodino pero que no importó para OM, que confirmó su ascenso al poder.
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