Este es uno de los grandes temas del inicio de temporada. Extremadamente importante en el dispositivo de Jorge Sampaoli la temporada pasada, Dimitri Payet se encuentra en una situación totalmente diferente.
Titular y aprovechado al máximo durante toda la pretemporada, empezó las dos primeras jornadas de la Ligue 1 en el banquillo. Y si contra el Stade de Reims las cosas fueron bien con una gran victoria (4-1), esta elección bastante controvertida de Igor Tudor no dio resultado contra el Stade Brestois (1-1).
Llegado hace solo unos días, Alexis Sánchez incluso volvió ante Payet, lo que no dejó de levantar una enorme polémica.
RMC Sport cree que la elección de Igor Tudor estaría ligada a una cuestión puramente física. Conocido por abogar por un juego de presión, transiciones rápidas y sobre todo basado en la velocidad, el nuevo técnico del OM creería que Dimitri Payet aún no estaría del todo preparado. Hay que reconocer que el internacional francés, nunca muy conocido por su vivacidad o su agilidad, se apegó más al estilo de posesión y pases de Sampaoli.
Por el lado de Igor Tudor, sin embargo, no se trata de condenar al ostracismo a uno de los ídolos del Vélodrome. Preguntado por su elección de colocar a Dimitri Payet en el banco de suplentes, el técnico del OM siempre ha jugado la carta de la diplomacia, explicando que llegará el momento de que inicie los encuentros.
“Hay otros jugadores importantes en el banquillo. Soy un entrenador afortunado ya que tengo un banquillo grande. Pero eso no significa que algunos no vayan a jugar el próximo partido”, explicó Tudor al micrófono de Prime Video, quien no parece querer cambiar de rumbo.
«¿Si voy a cambiar un poco de estrategia, especialmente contra el Nantes el próximo sábado? No, seguiremos jugando como lo hacemos”.
Es difícil no ver una especie de mensaje enviado por la dirección, que se escondería detrás de las supuestas elecciones de Igor Tudor para desbancar a un jugador ciertamente muy apreciado internamente y por la afición, pero que cumplirá 36 años el próximo marzo.
Esto recuerda a lo que hizo Jorge Sampaoli con Steve Mandanda, sin embargo, fue de los grandes ídolos de la historia reciente del OM. Relegado al banquillo por un Pau López no necesariamente más fuerte a primera vista, el portero de 37 años acabó abandonando el club marsellés, para lanzarse a un último desafío del lado del Stade Rennais.
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