Edoardo Bove (22 años, 11 partidos y 1 gol en la Serie A esta temporada) probablemente disputará el último partido de su carrera en la Serie A contra el Inter de Milán.
Víctima de un infarto durante el partido del pasado domingo, el centrocampista de la Fiorentina ha aceptado la implantación un desfibrilador cardíaco, según la prensa italiana.
Sin embargo, el reglamento del campeonato italiano prohíbe jugar con un desfibrilador automático subcutáneo. Por tanto, el jugador cedido por la AS Roma tendrá que marcharse al extranjero para continuar su carrera.
Su caso recuerda al de Christian Eriksen en 2021.
El danés tuvo que abandonar el Inter de Milán después de que le instalaran un desfibrilador tras su paro cardíaco durante la Eurocopa. Pasó por Brentford, Inglaterra, antes de unirse al Manchester United, donde finaliza su contrato en junio.