En una posición de fuerza, Ousmane Dembélé (26 años, 25 partidos y 5 goles en LaLiga esta temporada) ha decidido quedarse en el FC Barcelona este verano. Su contrato, sin embargo, contiene una cláusula de rescisión de 50 millones de euros con vigencia a partir del 1 de julio, la mitad de los cuales serían pagados al extremo blaugrana.
El francés no piensa aprovecharlo y ya ha tranquilizado a sus dirigentes. Pero faltará más para tranquilizar al Barça. Para rescindir esta cláusula y blindar en el tiempo a su jugador, el club catalán quisiera prorrogar su contrato que vence en 2024. La dirección deportiva espera saldar este expediente lo antes posible. El problema según Sport es que el agente de Dembélé, Moussa Sissoko, no tiene ninguna prisa.
El representante del tricolor internacional juega con el tiempo sabiendo que el tiempo juega a su favor. Un nuevo culebrón estresante para el Barça.
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