Al indicar que España debería perder la atribución del Mundial de 2030 si no encontraba una solución para erradicar el racismo, Vinicius Junior (24 años, 4 partidos y 1 gol en La Liga esta temporada) provocó la indignación del otro lado de los Pirineos.
Después del alcalde de Madrid, el técnico español Luis De La Fuente y su compañero Dani Carvajal, el extremo brasileño del Real Madrid fue retomado por el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska.
“Lo único que tengo que decir es que nuestro país es un país donde el respeto a la diversidad forma parte de nuestro ADN y, por tanto, de nuestra lucha efectiva y directa contra todo comportamiento discriminatorio”, replicó el gubernamental.
Definitivamente un asunto de estado.