Como en su torneo XXL, el delantero de la selección de Francia, Antoine Griezmann (31 años, 116 selecciones y 42 goles), volvió a exhibir este miércoles un nivel estratosférico durante la semifinal del Mundial conquistada ante Marruecos (2-0). El jugador del Atlético de Madrid ya no sorprende a su padre, Alain.
«Los Balones de Oro y las distinciones individuales… es un grupo, Pero esto un deporte colectivo, no un deporte individual. ¿Estoy redescubriendo a mi hijo? Sí, tiene un papel diferente. En Mâcon, cuando era joven, él jugaba de mediocampo y cuando creció lo pusieron de delantero. No me extraña. Es un chico que ve el juego antes que los demás, sabe que va a dar el balón en cuanto lo recibe, tiene tres pulmones , corre, hace bien a un equipo, releva a un equipo”, saboreó el padre del mejor pasador de la historia del Blues en BFMTV.
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