Después de otra temporada fallida, el Paris Saint-Germain tiene la intención de golpear fuerte durante la ventana de transferencia. A pesar de los más de 100 millones de euros gastados en el polivalente defensa Lucas Hernández y el centrocampista Manuel Ugarte, cuyas llegadas se consideran completas, el vigente campeón de Francia aún debería beneficiarse de una dotación de 200 millones de euros para remodelar su atentado, revela este viernes el diario Le Parisien.
De esta cantidad, los parisinos pretenden dedicar 80 millones de euros a la ficha del extremo Bernardo Silva (28 años, 34 partidos y 4 goles en la Premier League esta temporada), de momento retenido por el Manchester City. Los 120 millones de euros restantes deberían destinarse a la contratación de un delantero centro.
En este puesto, la prioridad sigue siendo Harry Kane (Tottenham), pese al liderato que lleva el Bayern de Múnich en este expediente. Es por ello que siguen seguidas las pistas de Randal Kolo Muani (Eintracht Frankfurt) y Marcus Rashford (Manchester United) y Victor Osimhen (Nápoles) se consideraría demasiado caro.