Ya sólo queda una gran semana para que se cierre el mercado de fichajes y Romelu Lukaku todavía no ha encontrado una salida. Después de pedir que vinieran los de Arabia Saudita y luego darle la espalda al Inter para escuchar a la Juve y al AC Milan, el belga se encuentra en una situación curiosa.
Obligado a evolucionar con los jóvenes del Chelsea, el delantero ni siquiera puede entrenar con el primer equipo. El jugador y el club tienen sin embargo la voluntad común de separarse, pero el salario del belga (además de sus exigencias) plantea un problema.
En estas condiciones, ante la presión del tiempo, los Bleus se ven obligados a cambiar de tono. Al no poder traspasar al jugador de forma definitiva, ahora aceptan la solución de una cesión, a ser posible con obligación de compra, si no con opción a compra y si todavía no hay nadie, pues un simple listo basta. Esto es lo que escribe The Athletic desde esta mañana. Medidas extremas pero que hay que ir a toda costa para acabar con este problema, tanto deportivo como económico.
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