Mejor con superioridad numérica, el Stade Rennais se enganchó frente a Troyes (1-1) durante la jornada 6 de la Ligue 1.
Después de que el saque inicial se retrasara unos minutos, por la incomodidad de un árbitro asistente, el Rennes no mostró un loco deseo de tomar el control del partido. Su posesión estéril impuso un pequeño ritmo y el bloque troyano no tuvo problemas para resistir.
El ESTAC se contentó con defender y en su primera situación, a saber, un tiro libre indirecto, donde Ugbo (1-0, 14) abrió el marcador. El Stade Rennais fue castigado por su pasividad ante un mezquino Troyes que poco pudo inquietar la red bretona. Luego ayudado por la tarjeta roja directa dada a Salmier (26º) el partido poco pudo cambiar.
Baste decir que el ataque-defensa fue aumentando, sin que el portero Galón peligrara realmente antes del descanso. El guardameta troyano solo recibió tiros lejanos sin complicaciones, incluido el del lateral Traoré, quien fue obligado a apoyar a los atacantes que no estaban a la vista para enchufarse en el compromiso.
Como era de esperar, los visitantes, con las entradas de Sulemana y Doué, pisaron el acelerador a la vuelta del vestuario para intentar animar la fiesta.
Esta actitud de los hombres de Genesio sirvió para llegar con mucha hambre a la segunda parte, Santamaría (1-1, 48º) puso a los dos equipos a la par y ya existían los motivos para preocupar a la formación de Bruno Irlès.
Salvo que la enorme presión del Rennes no duró mucho, después de las grandes oportunidades perdidas por Terrier y Bourigeaud, la intensidad cayó.
No hay duda de que el ESTAC se conformó con un empate, a diferencia de los rojinegros que han estado luchando desde el comienzo de la temporada para emular lo que hicieron la temporada pasada.
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