Al enfrentarse al Bayern de Múnich (2-2) el martes, en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, el Arsenal tendrá que hacer el trabajo en Alemania dentro de una semana.
Un resultado que lógicamente frustra al técnico de los gunners, Mikel Arteta.
«En la Liga de Campeones no hay que darle nada al rival. Hoy le dimos dos goles. Esta noche podríamos haberlo hecho mucho mejor», admitió el técnico español a los periodistas.
En Múnich, el Arsenal no tendrá margen de error en un ambiente mucho más hostil.
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