En rueda de prensa, De Zerbi se mostró pesimista con el accionar de Ansu Fati

Con sólo 21 años, Ansu Fati debía representar el futuro del FC Barcelona. Lanzado a la zaga profesional en 2019, con 17 años, el joven delantero lo tenía todo a su favor. Desafortunadamente, una grave lesión de menisco en noviembre de 2020 cambió todo. Desde entonces, el internacional ibérico (10 partidos internacionales, 2 goles) ha tenido una serie de problemas físicos importantes. Ausente de los terrenos de juego durante más de 300 días, Ansu Fati regresó a la competición el 26 de septiembre de 2021 ante el Levante.

Un partido en el que también marcó. Un regreso muy notable, sobre todo porque Fati había hecho una fuerte elección al recuperar el número 10 de un Lionel Messi empujado hacia la salida. Una cifra que se ha convertido en un lastre para un jugador cuya carrera está estancada. Lesionado en los isquiotibiales apenas dos meses después de su regreso, el blaugrana vivió un nuevo calvario. Al regresar a principios de enero de 2022, recayó sólo unos días después y no regresó hasta abril del mismo año. Sin embargo, el nativo de Bissau logró regresar la temporada pasada, pero con un estatus de suplente que no le convenía.

Ante la presión ligada a las grandes expectativas, Ansu Fati optó por el exilio el verano pasado para intentar recuperarse. Cedido en el Brighton, el español dio la impresión de haber probado una apuesta atractiva desde que llegó al equipo que dirige uno de los entrenadores de moda, Roberto De Zerbi. Pero en Inglaterra la mala suerte le alcanzó. Además de un balance bastante flojo (14 partidos, todas las competiciones, 4 goles, 1 asistencia), Ansu Fati se desplomó tras sólo veinte minutos de juego el 25 de noviembre contra el Nottingham Forest.

En rueda de prensa, De Zerbi se mostró pesimista. “Perdimos a Ansu (lesión, nota del editor) durante un buen tiempo…”

Y una vez más, fueron los isquiotibiales los que cedieron. La prensa inglesa afirma que los Seagulls temen nada menos que tres meses de inactividad para su número 31. Un nuevo golpe para un jugador anunciado como una de las grandes esperanzas del Barça, pero que actualmente está más cerca de las jóvenes pepitas blaugrana que nunca han logrado confirmar.